Hoy os vamos a enseñar una estrategia para aprender las emociones con nuestros niños. Una estrategia que nos ayudará a desarrollar nuestra inteligencia emocional.
La inteligencia emocional es la capacidad para identificar, entender y manejar las emociones correctamente, de un modo que facilite las relaciones con los demás, la consecución de metas y objetivos, el manejo del estrés o la superación de obstáculos.
Al saber identificar y entender mejor las emociones, es decir, lo que sientes, podrás controlarlas y regularlas mejor, de lo contrario, ¿cómo se va a controlar en una rabieta si no sabe que está sintiendo enfado?, ¿o cómo va a dejar de gritar si no sabe que ese dolor que está sintiendo se llama tristeza?. Es muy importante enseñarle a identificar sus emociones para que tenga la habilidad de autocontrol. Si no las conoce, no sabrá identificarlas. Si no las sabe identificar, no sabrá reconocerlas. Y si no sabe reconocerlas no sabrá controlarlas.
Una alta inteligencia emocional no quiere decir que experimente menos emociones negativas, porque tampoco se trata de evitarlas, al contrario, tienen que experimentarlas, porque así su nivel de tolerancia y manejo será mayor. Muchas veces en consulta vienen padres que precisamente tienen mucho miedo a ver sufrir a su hijo, y lo que está claro es que toda emoción negativa o positiva son experiencias vitales que tiene que vivir y afrontar, porque cuánto antes se familiarice con ellas, antes las normalizará, y su gestión emocional será positiva, convirtiéndose en una persona que tendrá una mayor capacidad para identificar, saber qué es lo que está sintiendo exactamente e identificar que sienten los demás.
Esto hará que sus relaciones con los demás sean positivas, obteniendo más éxito y una vida más satisfactoria.
¿Qué ocurre si tenemos una inteligencia emocional alta?
- Sabrá identificar sus propias emociones y la de los demás. Esto les permitirá regular pensamientos negativos dándose cuenta de cómo éstos afectan a sus sentimientos y comportamiento y ser aceptado socialmente al tener relaciones más positivas.
- Manejo correcto de las emociones. Saber controlar sus impulsos y no dejarse llevar por explosiones emocionales, saber autorregularse ante emociones negativas e intensas y adaptarse a las circunstancias y cambios.
- Mantener una mejor salud, ya que al regular sus emociones situaciones de estrés o emociones negativas se ven correctamente gestionadas al relativizar la situación y no dar más importancia de la necesaria. Serán personas menos vulnerables a sufrir periodos de ansiedad o depresión, ya que desarrollarán una mayor flexibilidad cognitiva y una estabilidad menos tendiente a los cambios.
Por ello, os vamos a enseñar una técnica que aplicamos en consulta, para trabajar las emociones.
“La tarta de las emociones”: Se trata de explicar que nosotros somos cómo una tarta. Una tarta se divide en porciones, cómo nuestras emociones, y cada porción es necesaria en la vida porque la suma de todos es lo que hace que exista la tarta. Lo mismo ocurre con nuestras emociones, cada una de ellas son necesarias para la vida. Y le enseñamos las seis emociones básicas necesarias para nuestra tarta.
-Alegría
-Tristeza
-Enfado
-Miedo
-Sorpresa
-Asco
A continuación deberemos dibujar el tamaño de la porción en función a cómo esa emoción está presente en nuestra vida. Por ejemplo, si en mi vida la alegría es una emoción que suelo experimentar, le dibujaré una porción más grande. Sin embargo, si el miedo es una emoción que apenas experimento, la porción será mucho más pequeña.
Más tarde tendrá que identificar en que situaciones suele experimentar esa emoción y añadiremos cada una de ellas al lado de la emoción correspondiente. Luego comentaremos cada una de ellas, enseñando a verbalizar lo que siente a la vez que aprende a hablar de ello.
Veamos un ejemplo:
A continuación, ¡¡juguemos con las emociones usando nuestra creatividad e imaginación!! Le asociaremos un color a cada emoción, haciéndole ver que una misma situación no la experimentamos de la misma manera, por eso cada tarta es diferente, no todos la colorearíamos igual. Cada color tiene un significado especial para nosotros.
Por último, utilizaremos nuestro pensamiento abstracto y creatividad para expresar cada una de éstas emociones con formas a través de la plastilina. Tendremos que pensar como representaríamos esa emoción. ¡¡Así de chulo nos ha quedado!!
Estas técnicas de expresión emocional son una de las muchas maneras de enseñar a nuestros peques, los adultos del mañana, a conocer sus emociones, aquellas que siempre convivirán con ellos y lejos de rechazar tienen que aprender a amar.
Y sí queremos pasar un rato divertido y especial con ellos, el cine es un recurso tanto intelectual como emocional del que todos podemos hacer uso. Os recomendamos algunas películas para ver con nuestros niños que les ayudarán a entender mejor todo este mundo:
“HOME: Hogar, dulce hogar” (2015) Nos enseña acerca de la importancia del respeto mutuo y de establecer puntos de encuentro para romper con las barreras iniciales que se crean cuando alguien resulta diferente.
‘Del revés’ (2015) Es la importancia de desarrollar las habilidades psicológicas de los niños desde que son pequeños, con el fin de que conozcan lo antes posible a qué se deben sus emociones y las de los demás, así como de enseñarles a expresarlas.
‘BIG HERO 6’ (2014) Enseña a gestionar la pérdida y el proceso de duelo de una manera sincera, sin hipocresía.
‘La mecánica del corazón’ (2013) Nos enseña acerca de crecer con dificultades, de lo positivo de ser diferente, y de cómo funciona nuestra propia «mecánica del corazón», todo ello bajo una fábula que nos habla acerca de la represión de los sentimientos y la gestión de las emociones que simbolizan el crecimiento personal y la madurez.
‘Frozen. El reino del hielo’ (2013) Además de haber reforzado las relaciones entre hermanas, nos habla de la importancia de la comunicación y los peligros de la represión.
‘Brave’ (2012) El mejor ejemplo de asertividad que podemos darle a la infancia, que nos rebatan nuestras ideas más estáticas.
`Cómo entrenar a tu dragón’ (2010) Nos habla de la superación y de la amistad, de la importancia de rehuir de los prejuicios y las etiquetas, ya que estos no siempre se adecuan a la realidad.
‘Los mundos de Coraline’ (2009) Recrea un universo metafórico que resulta muy adecuado para trabajar los conflictos paterno-filiales.
‘Up ‘(2009) Se trataría de nuestra manera de vernos, de reconocernos, de verificar nuestra imagen. El autoconcepto no es estático, cambia con el transcurso del tiempo y es promovido por el aprendizaje.
‘WALL-E’ (2008) Wall-E resulta idónea para trabajar el significado del lenguaje no verbal.
‘MONSTRUOS, S.A.’ (2001) Una de las mejores películas para trabajar sobre el miedo de una manera divertida donde nos enseña que la mejor manera no es huir, sino afrontar.
Shrek (2001). Divertida y tierna a partes iguales, es un tesoro para el trabajo del autoconcepto y la autoestima
‘NICKY, La aprendiz de bruja’ (1989) La crisis emocional que le hace perder temporalmente sus poderes nos habla de esa difícil etapa de cambios emocionales y autocuestionamiento por la que pasarán también nuestros hijos.
‘Toy Story’ (1996) Habla sobre el poder de la amistad, la empatía y el trabajo en equipo.