Paso a enumerar los considerados por el DSM V como básicos, aunque yo añadiré unos cuantos más que he podido constatar del estudio y la clínica de mis años de profesión.
- A menudo no presta atención suficiente a los detalles, tiene errores por descuido en las tareas escolares, o en otras actividades. El trabajo suele ser sucio y descuidado.
- A menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades de juego.
- A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente, parece tener la mente en otro lugar, como si no escuchara u oyera.
- Tiene dificultades para organizar tareas o actividades.
- A menudo evitan situaciones que exigen una dedicación personal y una notable concentración ( or ejemplo tareas de papel y lápiz).
- A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades (por ejemplo, juguetes, ejercicios escolares, lápices , libros o herramientas) o bien suelen tratarlos sin cuidado.
- A menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes, pueden dejar las tareas que están realizando para atender a ruidos o hechos triviales que usualmente son ignorados por los demás (el ruido de un coche, una conversación lejana)…
- Son olvidadizos en sus tareas cotidianas (olvidan el bocadillo, los deberes, una cita)…
- Suele mover en exceso manos o pies y se retuerce en su asiento.
- A menudo abandona su asiento en clase y corre o salta en situaciones en las que resulta inadecuado hacerlo.
- Está continuamente en marcha, “ como si tuviera un motor”.
- Le puede costar trabajo el jugar tranquilamente o dedicarse a actividades de ocio.
- Suelen dar respuestas precipitadas, antes de que las preguntas se acaben de formular…
- Dificultades para guardar turno.
- A menudo se inmiscuye o entorpece los asuntos de los demás, tocan cosas que no deben, hacen payasadas, etc…
Evidentemente esta hiperactividad infantil e impulsividad hace que con bastante frecuencia sufran accidentes, puesto que no son capaces de calibrar los posibles peligros de sus acciones ( cruzar una calle en rojo, patinar por un terreno abrupto…)
En el ámbito escolar, suelen presentar las siguientes características:
- Variabilidad. Tienen amplias variaciones en sus respuestas, son los típicos niños de los que se dice” puede hacerlo, porque ayer realizó perfectamente esta tarea, cuando hoy es un desastre”.
- Alteraciones en la motricidad, que puede variar desde la simple torpeza motriz hasta problemas motrices más importantes. Estas dificultades se agudizan cuando se trata de realizar secuencias rítmicas.
- Dificultades en la escritura. Su escritura y sus tareas gráficas suelen ser muy deficientes, desordenadas con una pésima orientación en el
- Dificultades en el ritmo que se puede observar en la lectura. Estas dificultades en lectoescritura suelen conformar una “dislexia”, trastorno que suele acompañar a los niños hiperactivos.
En cuanto al aspecto personal, son niños con una emotividad muy lábil, cambian frecuentemente de humor, pueden pasar de la risa al llanto con cierta facilidad, suelen ser niños muy explosivos, de rabietas, con exageradas reacciones ante las frustraciones, cólera y pueden tener dificultades de relación.
Además suelen ser el punto central de las discusiones familiares, puesto que son niños que “desquician” fácilmente y no siempre se sabe cómo tratarlos por lo que se producen enfrentamientos en la familia.
Es obvio que cuanto más pequeños son, más evidentes son los síntomas de este trastorno.
Son niños que se levantan constantemente de la mesa a la hora de las comidas, mientras miran la televisión, o durante la realización de tareas escolares. También es cierto que en ocasiones nos encontramos con niños que padecen este trastorno pero que son capaces sin embargo de estar bastante tiempo atentos, con los videojuegos por ejemplo, lo que despista aún más a los padres, que suelen comentar que “ para lo que le interesa sí que se fija”.. y efectivamente existen situaciones en las que si se hallan bajo un control muy estricto, o si se trata de alguna novedad , como actividades interesantes o bien cuando obtienen gratificaciones constantes por el comportamiento adecuado, pueden llegar a controlarse algo más.
Cuando son algo más mayores al final de la edad infantil y en la adolescencia la hiperactividad motora va disminuyendo con lo que los síntomas se reducen a una cierta inquietud motora ( se retuercen las manos, mueven la pierna, etc.) y sensación de desazón, la desatención afecta al rendimiento escolar y suelen presentar problemas de conducta y de aceptación de las normas lo que ocasiona múltiples problemas.
En la población infantil existe aproximadamente un 5% de niños en edad escolar que presentan este “síndrome”, aunque desgraciadamente la mayoría no diagnosticados. Se les suele tratar como niños torpes, o maleducados, o consentidos, o simplemente caracteriales, con problemas de conducta, cuando en realidad son niños que necesitan un tratamiento especial (la mayoría de las veces un tratamiento farmacológico junto con reeducación) y sobretodo y principalmente un diagnóstico adecuado que arroje a padres y profesores una luz sobre el problema de estos niños que son realmente una verdadera prueba de paciencia para quienes se encuentran con ellos…