Durante el resto del año, nos acostumbramos a tener una rutina laboral y familiar muy establecida en la que cada miembro de la pareja tiene unas tareas asignadas y el día a día transcurre sin novedades.
En vacaciones, nuestra rutina diaria se ve alterada con nuevos horarios y nuevas actividades, por lo necesitamos un periodo de tiempo para adaptarnos a los mismos, de ahí que puedan surgir pequeños conflictos en la pareja.
Por ello, si quieres disfrutar de unas vacaciones tranquilas con tu pareja, los siguientes consejos te ayudarán a evitar conflictos o discusiones:
- Toma decisiones en consenso. Elige el destino de vacaciones, las fechas y las actividades teniendo en cuenta las opiniones de ambos.
- Ten en cuenta que si ya existían conflictos antes, es posible que éstos afloren o se agravendurante el periodo de vacaciones. Por ello, lo mejor es resolverlos antes de iniciarlas.
- Ten expectativas realistas sobre cómo transcurrirán las vacaciones. Es habitual idealizar los momentos que pasaréis juntos, generándose una presión adicional para ambos. Además, cuando estas expectativas no se cumplen, la frustración aumenta y surgen las recriminaciones y los conflictos.
- Escucha y sé empátic@. Presta atención a los sentimientos de tu pareja y ponte en su lugar para comprender mejor su perspectiva.
- Sé paciente y flexible. No todo sale como uno quiere y estar preparados para posibles desavenencias y contratiempos nos ayudará a afrontar con optimismo los pequeños problemas que puedan surgir.
- Dedica un tiempo al día para ti, para dar una vuelta, tomar un baño, visitar algún lugar que te guste y al que tu pareja no quiera ir, etc. Una relación madura admite hacer cosas por separado, además los momentos de soledad serán un desahogo para ambos y un incentivo para disfrutar del tiempo compartido.
- Presta atención a la intimidad. Cuando la pareja tiene hijos, los padres tienden a volcarse en ellos, descuidando la intimidad de la pareja. Por ello, se aconseja llevar a los niños a realizar alguna actividad para así disponer de un momento a solas con la pareja.
- Sorprende a tu pareja con pequeños detalles como prepararle un baño, regalarle algo que le gustaba, programando una actividad divertida, llevándole el desayuno a la cama, etc. No importa lo que hagas, sino la razón por la que lo haces.
- Vuelve a la rutina diaria poco a poco. Es aconsejable volver de las vacaciones unos días antes para adaptarnos a la rutina sin prisas ni agobios. A veces, la vuelta a la rutina también nos sirve para relativizar los conflictos surgidos durante las vacaciones.
Recuerda que “Muchas parejas discuten y muy pocas conversan”