La economía de fichas es una técnica eficaz para instaurar conductas positivas en nuestros hijos, como conseguir que hagan su cama, recojan los juguetes, se duchen solos, hagan los deberes a una determinada hora, etc. Es una herramienta muy útil para que aprendan a tener paciencia y a manejar la impulsividad, además de servir de estímulo para realizar tareas menos motivantes o que pueden considerar aburridas.

Estos son los pasos para llevar a cabo esta actividad:
- Hacer una pequeña lista con los comportamientos que queremos modificar en nuestros hijos, tres o cuatro serían suficientes para evitar confusiones o sobrecarga.
- Elaborar a su vez con los hijos otra lista con los premios asignados a cada comportamiento procurando que sean proporcionales.
- Establecer los “puntos” o “fichas” que se conseguirán por la realización de dichas conductas. Por ejemplo, cada vez que haga la cama obtendrá dos puntos.
- Establecer las fichas o puntos necesarios para la obtención de cada premio. Por ejemplo, seis puntos equivalen a un helado.
- En un primer lugar es conveniente poner uno o dos comportamientos fáciles de modificar para que el niño se motive y vea que es capaz de conseguir los premios, para más adelante ir introduciendo tareas más complejas o que requieran más puntos.
- Es importante que los premios no sean siempre materiales, también se deben proponer actividades para realizar con los padres o hermanos: ir a la piscina, de excursión, al cine, jugar con mamá o papá, traer un amigo a casa, etc.
Si aún así los niños no son capaces de controlarse, se niegan reiteradamente a cumplir las tareas o se muestran excesivamente retadores es importante buscar ayuda profesional.