Los límites son necesarios para sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás. Decir no, puede parecer fácil en un principio, sin embargo aprender a negarnos requiere entrenamiento.
¿Por qué nos sentimos obligados a decir que si?
Esto depende de la personalidad de cada uno, pero normalmente nos cuesta decir no por culpa del miedo, inseguridad o temor a tener que dar explicaciones, a que nos insistan o a que dejen de querernos.
Tendemos a sentirnos culpables si no hacemos lo que nos piden y a darle más importancia a lo que piensan los demás que a lo que necesitamos o queremos nosotros.
A veces, el problema está en la sobreimplicación, tendemos a hacernos responsables de todo, también cuando no nos toca.
Otro motivo sería evitar emociones desagradables que surgen cuando estamos diciendo que no. Cuando ponemos límites nos sentimos preocupados, angustiados… y a veces queremos huir de esas sensaciones y decidimos evitar decir no.
¿Qué consecuencias tiene no decir no?
El no saber decir que no acarrea una seria de consecuencias. La principal podría ser perder la percepción de control sobre nuestra vida, es decir, no ser nosotros mismos. El no saber decir no a tiempo implica que delegas tus derechos en manos de otra persona.
Por no saber poner límites, en etapas como la adolescencia podríamos vernos metidos en asuntos de drogas o problemas conductuales. Así mismo, puede derivar en problemas de baja autoestima, sentimientos de fracaso, de frustración e incluso de ira por toda la tensión acumulada.
También puede crear sentimientos de dependencia y soledad ya que nunca conseguimos hacer lo que realmente queremos, siempre hacemos lo que quieren los demás.
¿Cómo puedo aprender y practicar a decir que no?
• Detectando las situaciones en las que más nos cueste decir que no.
• Analizar nuestros pensamientos y emociones que hace que digamos que si cuando queremos decir que no.
• Reescribir distintas situaciones e imaginar cómo responderíamos diciendo que no.
• Reflexionar antes de decir automática e inmediatamente si.
La práctica de estas técnicas de comunicación asertiva es clave para conseguir que el ‘no’ nos salga de forma espontánea. Toda nueva competencia requiere un aprendizaje y práctica, y poco a poco lo iremos dominando y aprendiendo.
El momento de cambiar es ahora. No esperemos a sentirnos agobiados o sobrecargados de tareas, para decir “no”.