Hace un siglo y medio atrás, el médico francés Pierre Paul Broca descubrió que los pacientes con daño en una parte del lóbulo frontal en el cerebro no pudieron hablar más que unas cuantas palabras. Desde entonces esta región, denominada área de Broca, se cree que es fundamental en la producción del habla y algunos aspectos de la producción del lenguaje. Sin embargo, en los últimos años, los neurocientíficos han observado actividad en el área de Broca cuando la gente realiza tareas cognitivas que no tienen nada que ver con el lenguaje, como resolver problemas de matemáticas o retener información en la memoria de trabajo. Les contamos los detalles a continuación:
Estos hallazgos han abierto el debate sobre si el área de Broca es específica del lenguaje o desempeña un papel más general en la cognición. Un nuevo estudio del MIT podría ayudar a resolver este problema de larga data. Los investigadores, liderados por Nancy Kanwisher, profesora de Neurociencia Cognitiva del MIT, descubrieron que el área de Broca en realidad consiste en dos subunidades distintas.
Una de ellas se centra de forma selectiva en el procesamiento del lenguaje, mientras que el otro es parte de una red cerebral que parece actuar como una unidad de procesamiento central para las funciones cognitivas generales. “Creo que hemos demostrado de formas convincente que hay dos bits diferentes que no debemos tratar como una sola región, y tal vez ni siquiera deberíamos estar hablando de ‘área de Broca’ porque no es una unidad funcional”, dice Evelina Fedorenko, científica investigadora en el laboratorio de Kanwisher y principal autora del nuevo estudio, que apareció recientemente en la revista Current Biology.
Para localizar las áreas selectivas del lenguaje, los investigadores pidieron a los sujetos en estudio leer oraciones con sentido o secuencias de logotomas. Un subconjunto del área de Broca se iluminó mucho más cuando los sujetos leían frases con sentido que cuando tuvieron que leer logotomas. Luego, los investigadores midieron la actividad cerebral de los sujetos mientras realizaban versiones fáciles y difíciles de tareas cognitivas, como resolver un problema matemático o recordar una serie de movimientos en memoria. Partes del área de Broca se iluminaron durante las versiones más exigentes de esas tareas. Sin embargo, estas regiones fueron espacialmente distintas de las regiones involucradas en la tarea de lenguaje. Estos datos permitieron a los investigadores crear un esquema de dos regiones distintas del área de Broca de cada sujeto: una selectiva involucrada en el lenguaje y otra implicada en la respuesta a muchas tareas cognitivas complejas. La región cognitiva rodea la región de lenguaje, pero las formas exactas y las ubicaciones de las fronteras entre las dos varían de persona a persona.
La región cognitiva del área de Broca parece ser parte de una red mayor llamada red de la demanda múltiple, que se activa cuando el cerebro está realizando una tarea difícil que requiere una gran cantidad de atención. Esta red se distribuye entre los lóbulos frontal y parietal en ambos hemisferios del cerebro y todos sus componentes parecen comunicarse entre sí. La región selectiva del lenguaje del área de Broca también parece ser parte de una red mayor dedicada al procesamiento del lenguaje, extendida por todo el hemisferio izquierdo del cerebro.
Los resultados proporcionan evidencia de que el área de Broca no se debe considerar como una región de funcionalidad uniforme, dice Peter Hagoort, profesor de Neurociencia Cognitiva en la Universidad de Radboud Nijmegen, en los Países Bajos. Hagoort, que no participó en este estudio, añade que se necesitan más estudios para determinar si las áreas selectivas del lenguaje también podrían estar involucradas en otros aspectos de la función cognitiva . “Por ejemplo, la región selectiva del lenguaje podría desempeñar un papel en la percepción de la música, que no ha sido probado en el estudio actual”, dice.
Los investigadores están tratando de determinar cómo los componentes de demanda múltiple y la red de procesamiento del lenguaje pueden comunicarse entre si. También esperan investigar más a fondo las funciones de los dos componentes del área de Broca. “En estudios futuros, debemos examinar esas sub regiones por separado y tratar de caracterizarlas en términos de su contribución a los procesos del lenguaje y otros procesos cognitivos”, dice Fedorenko.
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