Si, digo volvemos, porque esta vuelta al cole, es para todos. Para padres y alumnos. Nosotros como padres nos enfrentamos a una serie de decisiones que pueden costar trabajo. Es su primer año ¿llorará mucho? ¿Lo dejaré al comedor? ¿He elegido bien el colegio de mi hijo? ¿Qué profesora le tocará este año? ¿ A qué extraescolares le apunto? Muchas preguntas ¿verdad? .Si a esto le unimos el importante desembolso económico que supone esta rentrée el estrés está asegurado. Y como ya sabéis los niños se empapan de todos nuestros estados de ánimo, así que no es extraño que a veces los veamos nerviosos, irritables o alterados. Muchos de nuestros niños esperan con ilusión la vuelta al colegio porque después del período estival, quieren reencontrarse con sus amigos, otros sin embargo, lo verán como una vuelta a la condena más terrible…y es ahí donde vamos a informaros. Tenemos que saber cómo afrontar determinadas actitudes y cuando es necesaria la intervención del especialista. Por eso os daremos unos tips que pueden ayudaros a saber si vuestro hijo@, necesita de vuestra ayuda o de la nuestra.
Si es la Primera vez que acude al colegio:
Nuestro niño@ es muy pequeño. Algunos ni siquiera han cumplido los tres años, otros son nuestros” bebés” y pensamos que no estarán preparados para separarse de nosotros. Y sí, son pequeños. Soy de la opinión de que los niños con quien mejor están los primeros años es con sus padres, jugando porque es la edad para hacerlo, pero nuestros políticos y la vida actual hace que los niños estén en guardería o colegio demasiado pronto para que puedan estar relajados y tranquilos. Y muchos de estos niños acusarán el cansancio de tantas horas separados de su entorno familiar, sin dormir bien la siesta o sin ver a mamá o papá, a veces hasta 7 horas seguidas!!! Posiblemente observaremos rabietas, irritabilidad, como forma de llamar la atención, porque simplemente nos están diciendo, que están cansados, que no pueden estar atendiendo en la asamblea porque su pequeño cerebro no está preparado para atender durante tanto tiempo, y debemos comprenderlo. Por desgracia la escolarización a los tres años no es obligatoria, pero todos sabemos que es como si lo fuera. Puesto que luego si no lo metemos en determinado centro, posiblemente no haya plaza para la enseñanza primaria. Bien, es un mal, que está ahí. El pediatra, Carlos González, del que soy una ferviente admiradora contesta en una entrevista textualmente. ” Yo no pisé la escuela hasta los 5 años, y no me quedé a comer hasta la universidad. Y no fui un niño raro, la mayoría de mi generación fue igual. Hoy, la mayoría de los niños están escolarizados desde antes del año, se quedan a comedor desde el principio, muchos hacen actividades extraescolares porque los padres no llegarían a recogerlos. Nunca antes tantos niños habían pasado, desde tan pequeños, tantas horas separados de sus padres. Sí, vale, los niños tienen más juguetes y más ropa que antes. Pero no es eso lo que piden los niños pequeños. Piden la presencia y la atención de sus padres, y es justo eso lo que menos obtienen”. Bien, ya sabéis nuestra opinión como psicólogas. Los niños solo quieren estar más con sus padres. Y además, os aseguro que es ahora cuando los podéis tener, cuando realmente quieren estar contigo. Cuando tú quieras hablar con él, en la adolescencia, posiblemente el no querrá, y echarás de menos cuando te lo contaba todo. Así que disfruta y aprovecha, aunque estéis cansados. Es una edad en la que tu hijo es una esponja y su cerebro algo que tú puedes ir moldeando. No lo olvides.
- Seguramente llorará los primeros días. Es su primera separación y la mayoría de las veces no sabe si vas a volver. Sí, el tiempo para ellos no es como para los adultos y no saben aún que mamá o papá volverán a buscarle, puede sentirse abandonado, por mucho que las profes traten de distraerle. Será algo normal que irá pasando cuando sea consciente de que siempre vuelves. Déjaselo bien claro, que vas a trabajar o que irás hasta casa y volverás a buscarle, que siempre, siempre vuelves.
- Pero no te angusties. Procura no dejarle a comer en el comedor, si tienes posibilidades. Ese tiempo de estar con tu hijo es fundamental para él y para ti. No es cierto que coman mejor. ¿ De verdad crees que en un comedor con un montón de niños y una cuidadora puede estar mejor cuidado que en tu casa contigo?
- Si puedes vete a buscarlo, su sonrisa compensará el esfuerzo que puedes hacer para ir a recogerlo.
- El tiempo que estés con él procura ” estar” totalmente. Quiere decir que la casa puede estar menos limpia, quizás la comida no esté muy elaborada, o posiblemente tengas que dejar ese trabajo pendiente, o lo tengas que hacer cuando esté acostado@, pero te aseguro que te recompensará tu dedicación, con sonrisas y cariño. Los niños saben perfectamente cuando queremos estar realmente con ellos.
- No le apuntes a muchas extraescolares, te diría que siendo pequeño y su primer año de cole, a ninguna. Su mejor extraescolar es veros y jugar con vosotros, eso va a facilitar un mejor lenguaje , una mayor capacidad de aprendizaje y sobre todo una mejor inteligencia emocional “
“El niño que se queda con la madre es más feliz” ( Carlos González)
- Cuéntale cuentos, inventados o leídos, y aprovecha para ir explicándole las palabras que no comprenda. Eso facilitará su comunicación y estará más cómodo en el centro escolar. Será un niño con mejores habilidades sociales.
- Procura salir con él, cuando hace bueno, llévale al parque, haz que sea independiente que juegue con los niños, el estar con él más tiempo no implica en absoluto superprotección. Déjale que explore, que trepe, que caiga y se levante. Estate a su lado no sobre él.
- No critiques nunca a su profesora delante de él. Si tienes algún problema, háblalo con ella, pero nunca la desautorices porque para él, su profesor@ es importante, es la figura que te sustituye, no lo olvides.
- Procura invitar a niños de su clase a jugar en casa, porque eso hará que sean más sólidas sus primeras amistades… recuerda a veces los amigos son tan importantes como la familia.
- Utiliza el juego simbólico, jugar a profes, porque es algo que les divierte y que hará que sea más lúdico el momento de ir al cole. Repetirá lo que ha hecho con sus papis, y se sentirá más seguro.
- Si ves que va con cierto temor, puede ser bueno que tenga algo que le recuerde a casa, un osito, un muñeco, algo que le haga recordar los olores, el tacto y el entorno familiar, coméntaselo a la profe. Seguro que lo entiende.
¿Y cuándo debemos preocuparnos?
- A ver , si el niño sigue llorando día tras día, durante un mes, hay que investigar por qué lo hace. Quizás haya un exceso de superprotección por tu parte, o también puede ser que haya algún problema con el colegio. A veces los niños, como los adultos no encajan con determinadas personas mayores, puede ser que no haya química con su profesor. Investiga un poco, porque algo está pasando.
- Si hay superprotección lo notarás porque tu hijo@ no se separa de ti, no solo en el colegio si no en general en todas partes. Es tu sombra, no juega demasiado en el parque y llora cuando se tiene que quedar en casa de alguien, o tú no estás cerca. Podemos estar hablando de” ansiedad de separación” que es un trastorno que suele suceder en estas edades. Si se trata a tiempo por un especialista vuestro hijo@ podrá ser más independiente, pero para eso hay que educaros a vosotros… recuerda que nadie nace aprendido.
- Si ves que aunque no llore, se queja de dolor de barriga o de cabeza, no tiene apetito, o empieza a tener pesadillas, o su humor cambia constantemente y está más irritable que de costumbre, tiene más rabietas, está más desobediente que de costumbre…cuidado. Puede que esté pasándole algo. Aunque te parezca imposible los niños de esta edad también pueden tener reacciones ansiodepresivas, pero lo manifiestan de distinta forma que los adultos.
- Después de controlar esfínteres, ha vuelto a hacerse pipí o caca. Es otra señal de alarma que debemos contemplar.
Al final, todo se resume en algo primordial. Tener todo el amor del mundo hacia tu hijo@ y sentido común... ponerte en su lugar. ¿Cómo te sentirías en un sitio grande, sin las personas queridas, sin conocer a nadie alrededor, durante siete horas seguidas? Aunque te acabaras divirtiendo, seguro que los primeros días estarías ansioso, con necesidad de apoyarte en algo que te conforte. A tu hijo le pasa lo mismo. Simplemente te pido que te pongas en su lugar. Cuando vuelva a casa que tu hogar sea un sitio en el que se relaje, disfrute de tí, y pueda descansar para ir al cole al día siguiente… Eso es todo.