Con mucha frecuencia los padres nos preocupamos por la agresividad con la que nuestros hijos solucionan los problemas que tienen con otros niños, o incluso, con nosotros mismos.
Desearíamos que no se dejaran llevar tanto por las emociones que sienten y se pararan a pensar un momento antes de comportarse de esa manera, ¿Verdad?
Pues para ello, en Consulta utilizamos entre otras técnicas, la Técnica de la Tortuga, que es un recurso muy útil y sencillo que también puedes poner en práctica en casa, para enseñar a tu hijo (a partir de los 3 años) a conocer y expresar sus emociones, controlar sus impulsos, relajarse y resolver sus problemas sin recurrir a la agresividad.
A través del Cuento de la Tortuga se enseña al niño qué es lo que tiene que hacer cada vez que tenga sentimientos de rabia, ira o enfado. Utilizando el símil de la tortuga, se le indica cómo relajarse, replegando su cuerpo. De esta forma tu hijo relajará sus músculos y evitará actuar de forma impulsiva en esas situaciones.
¿Cuáles son los pasos a seguir para enseñar la técnica?
- Cuéntale a tu hijo El Cuento de la Tortuga.
- Explícale que al igual que la tortuga se metía en su concha cada vez que sentía rabia, ira o enfado, nosotros podemos hacer lo mismo y meternos en una concha imaginaria para relajarnos hasta que se nos pase el enfado y aprovechar para pensar qué vamos a hacer para resolver el problema sin comportarnos de forma agresiva.
Emplearemos varias semanas de entrenamientos, para que poco a poco el niño automatice esta forma de comportarse.
- En las semanas 1 y 2, se enseña al niño a responder a la palabra “tortuga”, cada vez que la oiga debe cerrar los ojos, pegar los brazos al cuerpo, bajar la cabeza al mismo tiempo que la mete entre los hombros, y replegarse como una tortuga en su caparazón. Se harán varios entrenamientos, en diferentes momentos.
- En las semanas 3 y 4, se enseña al niño a relajarse. Para ello, tensa todos los músculos mientras está en la posición de tortuga, mantiene la tensión durante unos segundos y después los relaja. Haremos también varios entrenamientos.
- En la semana 5 se pretende que el niño utilice la posición de la tortuga y la relajación en diferentes situaciones. Para ello, empleamos historias, ejemplos en los que necesitara relajarse.
- La semana 6 se dedica a enseñarle estrategias de solución de problemas. Pide a tu hijo que te explique la situación y te cuente cómo se sentía. Reflexiona con él diferentes formas de solucionar esa situación, valora las ventajas y los inconvenientes, y por último, ayúdale a escoger la mejor solución.
¡Enseña a tu hijo a expresar cómo se siente, a relajarse y valorar las posibles opciones para resolver sus problemas y evitarás que recurra a la agresividad!