Es posible que a algunos de nosotros nos aterrorice la idea de dar una charla, de pronunciar un discurso, de hacer un examen oral o de exponer un trabajo ante un grupo de personas. En estas situaciones, sentir cierto miedo o nerviosismo es algo normal, ya que nos mantiene en alerta y con atención; sin embargo, demasiada ansiedad puede llegar a bloquearnos.
Saber hablar en público es una habilidad muy importante, tanto a nivel profesional como a nivel personal, ya que nos permite comunicar nuestras opiniones e ideas a los demás, por ello aprender a superar este miedo nos resulta útil también para afrontar situaciones del día a día.
Así, algunas estrategias para superar el miedo a hablar en público y afrontar con éxito una exposición serían las siguientes:
- Trabaja tus habilidades para exponer y defender un tema en momentos del día a día con familiares o amigos, así afrontarás tu miedo de forma gradual.
- Recaba información acerca del tipo de personas a las que te vas a dirigir esto hará que te prepares mejor.
- Prepara y organiza tu intervención consultando varias fuentes, de esta manera te encontrarás más segur@ y mostrarás al auditorio que lo que estás exponiendo es una mínima parte de lo que sabes.
- Explica con tus propias palabras el tema que vas a presentar, evitando memorizarlo al pie de la letra, si no es así, un pequeño olvido puede trastocar todo tu discurso e incrementar tu nerviosismo.
- Ensaya tu exposición presentándola a personas de tu confianza y pídeles que te hagan preguntas o comentarios, así podrás afrontar tu miedo e identificar tus fallos y corregirlos antes de tu intervención.
- Ten preparado un guión de la presentación o un esquema que te oriente para evitar que te pierdas en algún momento de tu exposición.
- Visualízate a tí mism@ durante la exposición e imagínate lo que quieres lograr, por ejemplo tu voz firme y serena, un auditorio interesado en tu intervención, las personas asintiendo, alguien agradeciendo tu exposición o realizando alguna pregunta para conocer más sobre el tema, etc.
- Cambia tus pensamientos negativos por otros más realistas y positivos para disminuir tu nerviosismo o miedo. En vez de pensar “Me quedaré en blanco y no sabré qué decir…”, “Me harán una pregunta que no sabré contestar…”, “Haré el ridículo…”; piensa “Me saldrá bien…”, “Seré capaz de contestar a las preguntas…”, “Les gustará mi exposición…”.
- Practica la Respiración Profunda o diafragmática cogiendo aire, llevándolo hasta el abdomen y soltándolo lentamente para estar más relajad@.
- Realiza Ejercicios de Relajación Muscular tensando algunas partes del cuerpo y relajándolas poco a poco para disminuir la tensión.
- Bebe un trago de agua minutos antes de tu exposición, este gesto tan simple te ayudará a relajarte ya que de alguna manera le estás enviando un mensaje a tu cerebro de que no estás en una situación de peligro.
- Comienza tu exposición presentándote, te dará soltura y espontaneidad decir en un principio quien eres, porque estás ahí y qué grado de interés tienes en el tema.
- Dirige tu mirada durante 3 segundos a cada persona de la audiencia así conseguirás la simpatía de los oyentes y evitarás centrarte en gestos que te indiquen disgusto o desaprobación.
- Muévete por el escenario o por el lugar donde tengas que hablar para canalizar parte de la ansiedad y aportar más naturalidad y cercanía. Si estás muy nervios@, detrás de una mesa puedes sentirte más tranquil@ porque te encuentras más protegid@.
¡No dejes que el miedo te paralice, para superarlo, afróntalo!